En LA, Sofía se quedó negociando las cláusulas del contrato con PIMP, solo el hecho de que el nombre de la empresa significara chulo de prostitutas, tenía que haber sido suficiente para desconfiar, pero aun así , seguimos hacia delante. Había mucho dinero por medio y teníamos mucho avanzado , estábamos más cerca del Segundo Festival y parecía que todo iba bien. Diego el Cigala y su manager ya habían recibido el contrato y solo quedaba esperar la firma. 

Mientras en Madrid seguí con mis planes y con mi agenda. Llamé a Jordi Mollá y quedamos en un bar muy pequeñito del barrio de Chueca, estábamos sentados en una mesa alta con dos taburetes, estuvimos hablando de Ferdy y recordamos también la noche que volví a nacer en esa fiesta. Estar delante de Jordi era una pasada, esos ojos ¡ Dios mío ! a mí es difícil ponerme nerviosa pero ese actor lo consiguió , y yo creo que se dio cuenta porque me dijo que iba a subir a su casa a coger algo y que si quería subir o esperarle en el bar. Después de la experiencia con el del peluquín, no me gustaban mucho las preguntas donde tenía que elegir, pero parece ser que era algo normal ,aunque a mí me estaba obsesionando. A los cinco minutos bajó y me enseñó sonriendo con cara de pillo una china , pero no precisamente de Taiwan , sería de Marruecos … cuando se le cayó al suelo y recuerdo que estuvimos buscándola bastante tiempo. Fue una experiencia inolvidable pasar ese ratito con él, súper simpático y súper cercano, yo hubiese subido a su casa con él, hubiese cenado con él y no me hubiese separado de él… pero ya me tenía que marchar porque esa misma noche había quedado con el Director del canal Plus de TV José Manuel Lorenzo Torres. Fue Ferdy quien también me puso en contacto, en realidad todos formaban parte del mismo circulo de amigos de la industria cinematográfica y  a lo mejor le interesaba el DVD de Flamenco Dreams. 

Cuando confirmé la cita con Lorenzo Torres, y siguiendo los consejos de Ferdy, enseguida llamé a mi prima hermana para que viniese desde Valencia a cenar con nosotros. Ferdy me dijo que lo mejor para meterme a  Lorenzo Torres en el bolsillo, era en primer lugar ir a cenar a un sitio chic y reservado donde se pudiese hablar tranquilamente y muchísimo mejor si llevaba a una amiga guapa. De las españolas la verdad es que no me fiaba, la envidia la llevaba sufriendo desde muy jovencita y sabía perfectamente que podría volver a pasar y fastidiarlo todo. Pero entre familia eso es más difícil que suceda. Mi prima Coral, no solo era guapa, era una belleza morena , blanca de piel con pecas, de pelo largo, con unos ojos verdes de infarto, un cuerpo de anuncio y muy inteligente. Además de ser médico que eso también me daba cierta tranquilidad. Coral había estado conmigo ayudándome en los ensayos de Flamenco Dreams con los artistas y estaba al día de todo. Se montó en su super Audi A4 y en 3 horas se presentó en Madrid, justo lo que yo tardé en llegar a casa y arreglarme. 

Quedamos en el restaurante Bice en la calle Almagro, un italiano de categoría , con una iluminación tenue y romántica y el servicio impecable . Nos sentaron en una mesa apartada de todos, a mi parecer un poco pequeña para lo grande que eran los platos, pero parece ser que a la única que le importaba era a mí , porque mi prima y Torres estaban encantados de estar tan cerca  el uno del otro y yo feliz de ver que todo iba a salir bien. 

Empecé hablando como siempre de la fantástica historia de cómo nace Flamenco Dreams desde el día que tengo el sueño con Gilda. Lo que hacía sentirme súper orgullosa al contarla, es que todos se quedaban fascinados e interesados inmediatamente, y mucho mas personajes tan importantes de la industria del cine. Yo ya me imaginaba la película y que con el Presidente del Atlético de Madrid no pudo ser . Lorenzo Torres por lo visto era cliente de Bice y nos aconsejaba que plato de pasta pedir mientras mi prima sólo se fijaba en los postres y así no avanzábamos… —eres muy valiente Esther Ponce, me dijo el Director del Canal Plus, — lo que has conseguido en tan poco tiempo y en un país tan difícil es digno de admirar, y aún más, tener el temperamento y la paciencia de dirigir a tantos artistas flamencos y  ¡que no son nada fáciles de tratar ! Por cómo hablaba, me di cuenta que ya se habría pegado más de una fiesta flamenca y que conocía bien el mundillo de la noche. El siguiente paso a seguir después de cenar que me aconsejó Ferdy , era llevar a Lorenzo Torres a tomar unas copas a un sitio donde hubiese muchas mujeres guapas y que cuando estuviese muy a gusto, entonces le dijese que al día siguiente me pasaría por su oficina a dejarle  el DVD…¡qué obsesión con las mujeres guapas¡ ya me estaba empezando a molestar que sólo importase eso y no el producto que tenía entre mis manos. Que las mujeres para conseguir algo tenían que tener al macho contento y con el ego por las nubes, súper feliz rodeado de nuestra belleza y exponiéndonos a los demás como muñecas, sin importar la inteligencia, el esfuerzo, el sacrificio y la lucha diaria por ser reconocidas y aceptadas en una sociedad donde todavía mandan lo hombres. Pero no hizo falta continuar con el plan porque ya en el postre Lorenzo nos preguntó si queríamos ir a tomar unas copas pero que él elegiría el lugar ya que le conocían en muchos sitios y no le dejarían estar tranquilo. Mi prima y yo nos miramos y pensamos lo mismo… estaría casado y no quería que le viesen de fiesta con dos mujeres guerreras.  

El aparca coches ya tenía el Audi enfrente del restaurante preparado con las llaves en la mano y nos subimos los tres. Lorenzo Torres se subió delante para dirigir a Coral que no conocía bien Madrid y así llevarnos a un bar bastante cutre que no pegaba nada con nuestra ropa, íbamos súper arregladas y nada más entrar ya sabíamos que tendríamos que beber de pie y no nos hacía mucha gracia, porque el objetivo era poner feliz al Director siguiendo el plan de Ferdy y no sabíamos cuanto tardaría eso en suceder.

 Hasta que ocurrió algo totalmente inesperado y que no olvidaré nunca. Lorenzo se quedó pidiendo en la barra que estaba súper sucia, con unas luces azules horribles donde se veían todas las imperfecciones del maquillaje y Coral y yo aprovechamos para ir al baño a retocarnos, lo que fue misión imposible el poder apoyar el bolso en ningún sitio sin que se llenase de agua y mucho menos utilizar el servicio, por lo que tardamos bastante en salir. 

Mi prima, esa misma mañana había estado en el dentista para extraerle la muela de juicio y no cumplió el protocolo a seguir, sobre todo el de no beber alcohol, era imposible resistirse al vino tan exquisito Chianti que nos pusieron en la cena, por lo que le empezó a doler un poco la mandíbula, menos mal que el Gin tonic le anestesió un poco para aguantar. Lorenzo era el único que estaba sentado en una especie de banca llena de gente alrededor, cuando de repente me coge del brazo y delicadamente me acerca hacia él diciéndome al oído; — ¿Porqué no me invitáis y así disfrutamos los tres? Yo me quedé alucinada sin saber qué contestar mientras pensaba a que se refería. ¿Invitarle a mi casa? ¿ invitarle a una copa si ya tenía una en la mano? ¿ entonces? … — Si Esther Ponce, no pongas esa cara, habéis  estado en el baño un buen rato y yo también quiero. En ese momento me di cuenta que lo que quería era Cocaina pero nosotras no llevábamos sustancias de ningún tipo y le dije que estaba equivocado y que tardar en el baño no significaba lo que él estaba pensando. Me dijo que mi prima movía mucho la mandíbula y que él no era tonto. Por su puesto que no era tonto, a mi parecer estaba enganchado porque el bar parecía el del camello y esa manera de reaccionar y de pedir no era muy normal. Le dije que mi prima había estado en el dentista y que le dolía la mandíbula y que estaba incómoda y por eso la movía, pero no me creyó e inmediatamente se le cambió la cara, el hombre bajito, simpático y con cara de buena persona se trasformó en un hombre maleducado , exigente y nervioso. Cuando se lo dije a mi prima se empezó a reír y me dijo que me olvidara de ese tipo, que no dejara que me afectase lo que había pasado , que yo valía mucho y que era el momento de irse a casa y dejarle ahí tirado que es lo que se merecía y es lo que hicimos …

Estaba claro que todos los amigos poderosos de Ferdy estaban cortados por el mismo patrón. Ya no perdería más el tiempo ni mi energía con reuniones y seguiría luchando como siempre sin tener que aguantar las impertinencias de nadie.