Esther Ponce Magazine

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XANA

Xana , una historia real…


Pero XANA era diferente a sus 3 hermanas, desde el día  que nació en la ría del Nalón mientras su madre lavaba,  ya estaba bendecida para presentir durante toda su vida el futuro y salvar vidas


XANA cap. 14 .” La despedida de XANA “

El Coronel Ponce, asĂ­ es como le gustaba que le llamaran y asĂ­ constarĂ­a en su esquela,  decĂ­a que el grado de General, recordaba  a Franco y algunas personas demostrarĂ­an cierto rechazo. Don Emilio era tan buena persona  que no soportarĂ­a vivir sin su XANA. Él sabĂ­a que Doña Carmen Garcia Alonso, dejarĂ­a de respirar un dĂ­a, sin sufrir, sin dolor, sin angustia, como una angula fuera del agua, y que Ă©l se marcharĂ­a antes que ella
su suegra Elvira  ya predijo que morirĂ­a de pena por su Carminina. 

Esther estaba en un  momento ålgido de su carrera, el teléfono de casa no paraba de sonar, esta vez era de la oficina de Rafael Aguilar, coreógrafo del Ballet Nacional de España, que llevaba su propia compañía internacional  de danza española. Ofreciéndole un contrato de tres meses en París en categoría de primera bailarina. Compartiendo escenario con los primeros bailarines del Ballet Nacional de España, Aida Gomez y Joaquin Pedraja Cortés.

Esther pasaba meses fuera de casa de gira en gira. Pero encontrĂł el momento para estar con su abuelito el Coronel.  Disfrutaban mucho de estar juntos y es cuando  Esther sacaba su lado mas masculino, le gustaba dar ordenes, la disciplina y el respeto. Admiraba con devociĂłn  su uniforme verde militar  y miraba sus  medallas  una y otra vez. Pero cuando mĂĄs feliz estaba, era en pijama en el salĂłn partiendo nueces con un chatito de vino. Que en esta ocasiĂłn , Esther se tomĂł con Ă©l , quien brindĂł por su esposa XANA con la que se reunirĂ­a muy pronto y por la voz de Naranja , su hija Elvira que tantas alegrĂ­as le habĂ­a dado, sobre todo el dĂ­a que dio a luz a Sarah Esther.  El Coronel llenĂł de emociones inolvidables e insustituibles  a su nieta desde muy pequeñita. Le inculcĂł a ayudar a los mĂĄs necesitados, a dar gracias y a valorar lo que Dios le habĂ­a puesto en el camino. Un gran hombre que luchĂł por su paĂ­s , maestro de la bondad y la humildad aĂșn teniĂ©ndolo todo. Un marido enamorado y entregado a su familia
 pero  sin duda, el lema que le enseñó  a la princesa de Kapurthala  ; — Paso corto, vista larga ÂĄ y mala leche! , lo llevarĂ­a por el mundo tatuado  en su corazĂłn para el resto de su vida. 

Un 11 de Junio, el Coronel de infanterĂ­a , Don Emilio Ponce Cañas, que ya veĂ­a a XANA casi sin aire, añorando desparecer en las profundidades del  agua de una  fuente asturiana , empezĂł a sentir cĂłmo la pena se apoderaba  lentamente de Ă©l 
 y en el Hospital Militar de Valencia , falleciĂł dulcemente abrazado a su Carminina. 

Ser secretaria de Radio Nacional de España  quitaba mucho tiempo a la tía Blanche,  pero todos la querían y la ayudaron y apoyaron en el peor momento de su vida cuando la detectaron cåncer de mama, el cual superó gracias a la quimioterapia y a su padre que la operó y mató al bicho.  En especial fue de gran ayuda su amante, un compañero de la Radio con el que vivió en secreto durante mås de viente años, el amor mås apasionado e intenso de su vida. Desde entonces la tía Blanche se tomaba las vacaciones mås calmada y viajó a Madrid  con su hermano Carlitos, que estaba deseando ir al Corte Inglés con Esther a mirar carteras de piel. Carlitos necesitaba ayuda las veinticuatro horas debido al retraso mental agudo que padecía desde que nació.

 Elvira preparaba ya el viaje a valencia con Esther y se marchaban al día siguiente. Blanche se quedaría ayudando a Elvi sobre todo con la filipina. A XANA no le gustaba dejarla sola con Angel, ella seguía en sus trece de que no era de fiar. XANA tuvo la idea de enviar a Blanca a descansar en el chalet. Esther , que disfrutaba cada vez mås de su faceta de periodista ,  entrevistó a la tía Blanche para saber el motivo que provocó a Doña Blanca tanto dolor con su segundo hijo. 

Era 1942, Doña Blanca tenía en casa a su médico particular, su marido el Dr.  Osvaldo Alvarez. Pero eso no impidió que ninguno de los dos , se dieran cuenta del hijo que esperaban. Doña Blanca tenía mucha fiebre  y vomito. El Dr . Alvarez, ademås de trabajar en el Hospital General de Valencia, con su colega el Dr. Barcia Goyanes, tenía su propia clínica en casa y un laboratorio donde analizó la sangre de su esposa. Estaba embarazada, pero lo mås alarmante fue la anemia hemolítica  que indicaban el anålisis. sufría la enfermedad del paludismo, causada por un paråsito , Plasmodium, que se trasmite por la picadura de hembras infectadas del género del mosquito Anopheles. Era imprescindible frenar esa malaria o se moriría. Le dieron unas pastillas americanas ATP que afectaron al feto que no desarrolló bien una célula del cerebro. Se dieron cuenta que Carlitos no era normal porque no habló ni anduvo hasta los cinco años de edad. 

No era operable y la Ășnica soluciĂłn para alargarle la vida era darle corrientes de  electroshock. Blanche decĂ­a que era horroroso verlo y que despuĂ©s de dos horas tenĂ­an que darle mucho dulce y pasteles y a Carlitos le encantaba, pero se le saltaban las lĂĄgrimas recordando a su madre sufrir. 

Carlitos empezó a ir a un colegio de niños subnormales aconsejado por unos amigos del Dr. dirigido por D. Alejandro López . Hasta que un día el niño empezó a tener un comportamiento   muy extraño en casa, se metía en el cuarto de baño y no salía en mucho tiempo. Osvaldo empezó a investigar a Alejandro y descubrió el colegio secreto que tenía en la Malva Rosa de Valencia con niños y niñas retrasados mentales, donde les obligaba  a tener relaciones entre ellos. Era un pervertido y un mal nacido.  Gracias al padre de Blanche, le cerraron el colegio y le metieron en la cårcel.  

El obispo de valencia y el arzobispo le dieron la primera comuniĂłn a Carlitos en su propia casa. Trajeron el crucifijo de la capilla del Palacete del Paseo del Cisne de Madrid , al que todavĂ­a iban de vez en cuando. Era muy alto, del S. XV , lo pusieron al lado del cuadro de la virgen del Socorro que presidĂ­a la habitaciĂłn y que salvĂł a Carlitos de un ataque de acetona que tuvo a los trece años. No le daban ni seis meses de vida, pero Osvaldo pidiĂł la mejor sangre y le hizo una transfusiĂłn de sangre aĂșn en contra  de todos los mĂ©dicos que aseguraban  que se morirĂ­a en el intento o que vivirĂ­a como mucho diez años mĂĄs. Vivió  hasta los setenta y cinco años. Fue socio de la FilarmĂłnica de Valencia, le apasionaba la mĂșsica y se sabĂ­a de memoria todas las partituras que cantaba con alegrĂ­a y un gran sentido del humor. VestĂ­a muy elegante tenia una gran sentido del humor y estaba enamorado de Elvira
Le decĂ­a a Angel que se fuera a la Plaza de la Reina a buscarse una novia porque Elvira era suya. 

Doña Blanca no sĂłlo sufriĂł la enfermedad de su hijo , si no que gracias a su hija Blanche quien con tan sĂłlo doce años se fue en autobĂșs persiguiendo a su padre, averiguĂł que entraba en la casa de Margarita , la niñera de Carlitos. El Dr tuvo un hijo a escondidas con ella. Pero como no tenĂ­a trabajo el tribunal de menores se lo iba a quitar y llevarlo a un orfelinato. Fue la propia Doña Blanca,  un ejemplo de  bondad y elegancia, la que le aceptĂł en su propia casa para que se criara con sus hermanos y darle una familia. 

Esa tarde serĂ­a el Ășltimo arroz con leche que tomarĂ­an las tres juntas
  Esther se acercĂł a su mamaĂ­ta  XANA y cogiĂ©ndole la mano con un amor desbordado, empezĂł a contar la increĂ­ble aventura en ParĂ­s con un magnate  de origen ĂĄrabe  que se enamora locamente de ella despuĂ©s de verla bailar,  en las cuevas de una finca de cacerĂ­a de una de las familias mĂĄs prestigiosas de Madrid. 

Todo comienza en Madrid, 1991. Ángel le comenta a su hija Esther que Raphael el cantante busca una bailaora para la gira que estĂĄ preparando de cuatro meses por Sudamerica y Miami. ViajarĂ­a con toda una orquesta de unos veinte mĂșsicos donde el Director musica Rafael Rabay, era amigo de Angel y eso les daba mĂĄs tranquilidad a Angel y a Elvira . Esther cumplirĂ­a en unos meses los veintiĂșn años por lo que en  Estados Unidos era todavĂ­a menor de edad.TenĂ­a que saber cantar los coros de flamenco dentro del cuadro que lo formaban  Enrique Pantoja, su mujer, su cuñada, y un guitarrista flamenco, Pansequito. Que cuando no estaba  de gira, tocaba en fiestas privadas de gente influyente y famosa. Y tambiĂ©n era director musical de la parte  flamenca del espectĂĄculo de la mĂĄs grande de España, la cantante Rocio Jurado. Raphael primero le hizo una prueba a Esther como cantante en directo, en Television española en el programa  del famoso presentador Jose Luis Moreno que se rodaba cada semana en San SebastiĂĄn.  El contrato decĂ­a que Esther diariamente tendrĂ­a que bailar en los mejores programas de television de Telemundo y Univision, como final de la entrevista de promociĂłn que realizarĂ­an al Divo los presentadores mĂĄs influyentes del momento. 

Conocer Sudamerica y Miami , cantar y bailar ante veinticinco mil personas en una sola noche,  hoteles de cinco estrellas, shopping, glamour, cultura, viajes , contactos 
era muy atractivo y perfecto para ascender en su carrera. Sin contar el enorme sueldo que se traerĂ­a a casa para seguir financiando sus estudios.  Cuatro veces mĂĄs de lo que sĂ© ganaba en una compañía de danza. Pero los bailarines profesionales no veĂ­an ese tipo de contratos suficientemente importantes para una bailaora con la categorĂ­a que tenĂ­a ya Esther Ponce y cuando se lo contó  a varios maestros y directores , ninguno le dio la enhorabuena. En comparaciĂłn con la difĂ­cil puesta en escena a la que Esther estaba acostumbrada, y la exigencia tĂ©cnica, eso era como irse de vacaciones. Ademas tendrĂ­a que rechazar ya que coincidĂ­an  las fechas, un contrato de tres meses para bailar flamenco puro,  de solista , en Tokio con su maestro RaĂșl . Casado con una japonesa, uno de los bailaores mĂĄs importantes y solicitados de flamenco en JapĂłn en esos momentos.  Raul nunca le perdonĂł a Esther que se fuera con Raphael. Raul estaba convencido de que hubiese conquistado JapĂłn y de quĂ© se hubiese hecho millonaria con su forma de enseñar. 

Esa serĂ­a su Ășltima gira. Al volver a Madrid, Raul falleciĂł en la puerta de su casa en circunstancias lamentables. La gente comentaba que se le habĂ­an quedado las llaves dentro del chalet donde vivĂ­a con su mujer y sus dos hijos, que se habĂ­an quedado en Tokio. Cuando salió a las tres de la madrugada a comprar cocaĂ­na, a la que estaba enganchado. Al  no poder entrar, se puso tan nervioso intentando abrir una ventana del salĂłn a la fuerza, que le dio un infarto y falleciĂł en el acto


Esther,  ni Elvira, ni XANA,  se podían ni imaginar el accidente de coche tan surrealista que sucedería en Puebla, México. Donde una vez mås, la Virgen del Socorro salvó la vida, esta vez de cuatro artistas. Ocurrió justo una semana antes de terminar la gira y Raphael les despidió de la compañía teniendo  que volver a España antes de tiempo . Llegaron al aeropuerto de Barajas  Pansequito, el pianista, la bailarina de moderno y Esther , en sillas de ruedas y escayolados. 

Una anécdota increíble que te cuenta la misma Esther  (Ver anécdota del accidente). 

Pansequito que se habĂ­a roto las costillas y ya se encontraba recuperado, ofreciĂł a Esther bailar un solo de flamenco en una fiesta privada. Un entorno de cuento, en una bodega toda de piedra a la luz de la luna de una finca espectacular de la sierra de Madrid. Donde se hospedaban los invitados de una de las familias mas prestigiosas de Madrid que habĂ­an viajado desde diferentes paĂ­ses del mundo para cazar. Esther no le gustaba bailar en Pettit comitĂ©, ella necesitaba el espacio y el silencio de su propio camerino. Y la distancia con el pĂșblico que no podĂ­a tocarla , ni hablarla. Pero Pansequito le convenciĂł de que bailarĂ­a solo diez minutos  , de que  habĂ­a hablado con el dueño y la invitarĂ­an a cenar en la mesa con los invitados, y no en la cocina con el servicio como normalmente ponĂ­an a los artistas. 

Esther Ponce pidiĂł que no se comiera mientras ella bailaba. Ella sabĂ­a que tenĂ­a que enamorar a los invitados con su baile para que no hablaran e interrumpieran. Esa es la diferencia entre un escenario de un teatro, que pagan para callarse y un tablao , restaurante o casa particular que les tienes que callar con tu arte. Esther  PreguntĂł por el nĂșmero de invitados que asistirĂ­an y pidiĂł cinco veces mĂĄs de lo que le ofrecĂ­a Pansqeuito, que como perro viejo, ya se llevaba su comisiĂłn. Pansequito le dijo que era imposible que le aceptaran ese presupuesto,  que ellos no entendĂ­an de flamenco y que ella no era famosa. Esther se acordĂł del consejo que le dio Alfredo Kraus, de que poder decir que no en esta profesiĂłn, era un lujo y estaba tan segura de lo que querĂ­a que le dijo al guitarrista que si el dueño no aceptaba lo que ella pedĂ­a , bailarĂ­a gratis; — ÂĄ Por su puesto que aceptĂł!, Elvira que escuchaba muy orgullosa interrumpiĂł a Esther, mientras XANA le pedĂ­a a su nieta que continuara que estaba deseando saber el final
 Uno de los invitados que vivĂ­a en Paris, se sentĂł al lado de Esther en la cena. TenĂ­a los ojos azules como el mar, la piel bronceada y el pelo ondulado. De unos cuarenta años, que hablaba con su socio de la aerolĂ­nea de la que era dueño, y de los aviones que fletarĂ­an para traer a ParĂ­s a los invitados  a la exposiciĂłn que ya preparaban sus cinco secretarias. 

El magnate Monsieur Olivier Dassault era ademĂĄs fotĂłgrafo  y compositor y tenĂ­a un galerĂ­a de Arte en el mejor barrio de ParĂ­s. Cuando terminĂł la importante conversaciĂłn , se levantĂł de la silla levantando su copa; — Quiero hacer un brindis pour la danseuse la plus Ă©lĂ©gante et la plus belle que j’ai vue de ma vieÂĄ Por la bailarina mas bella y elegante que he visto en mi vida !. Esther no se lo esperaba , todos se levantaron y alzaron su copa mientras decĂ­an ; — ÂĄ por Esther Ponce! . Todos estaban encantados con la pincelada flamenca que escucharon despuĂ©s de un dĂ­a largo de caza. Esther era diferente a otras bailaoras, siempre ponĂ­a el flamenco en un nivel alto y con elegancia. Dentro y fuera del escenario. Para que se respetara como otra disciplina de danza como el ballet. Parece que el flamenco suena mĂĄs a fiesta y desmadre y las mujeres jĂłvenes y sobre todo guapas, son el punto de mira de los empresarios que sin piedad buscan su cuerpo  a cambio de Ă©xito. Pero  Esther no tenĂ­a necesidad de venderse.

La cena se alargaba y el magnate le preguntĂł si conocĂ­a ParĂ­s. Esther entendĂ­a el francĂ©s pero no todavĂ­a no lo hablaba y cambiĂł el idioma al InglĂ©s ; — Lo bueno de esas cenas, es que por educaciĂłn todos tienen que hablar el mismo idioma, le decĂ­a Esther a XANA con cara de traviesa, acordĂĄndose de como subiĂł las famosas escaleras de Montmartre la Ășltima noche. Descalza y con el efecto del champagne francĂ©s que bebieron en el Moulin Rouge. Esther contestĂł que estaba preparando una gira de dos meses precisamente por ParĂ­s y que se hospedarĂ­a en un hotel justo en la famosa colina de ciento treinta metros de altura, Montmartre. Y qué  se inspirarĂ­a en el barrio de los pintores como lo hizo Picasso en su dĂ­a
 Olivier miraba a Esther con admiraciĂłn y pasiĂłn y no querĂ­a que ese momento terminara. InvitĂł a los mĂșsicos a una botella del mejor champagne  para alargar la velada y que no se llevaran tan rĂĄpido de vuelta a Madrid a la bailarina. El chofer se encargarĂ­a de llevarles a la capital. Olivier se habĂ­a dado cuenta enseguida de la enorme sensibilidad de Esther y lo romĂĄntica que era y pensaba que ParĂ­s le vendrĂ­a como anillo al dedo.  El magnate, terminaba de publicar un libro con fotografĂ­as suyas distorsionadas de bailarinas de ballet y mientras le daba su tarjeta, le invitaba a su oficina de ParĂ­s para regalarle uno. Era la primera tarjeta de negocios que Esther recibĂ­a y encima era de PVC con una fotografĂ­a suya impresa; — Por lo menos, y por esa noche, las de cartĂłn no le interesaban a la princesa,  interrumpĂ­a de nuevo Elvira a Esther.

Esther había quedado en llamar a Monsieur Dassault a a su llegada a París, pero no le hizo falta porque nada mas entrar en el encantador lobby del hotel ,  le esperaba un ramo de veintiuna rosas rojas , que ocupaba casi toda la mesa de la recepción. Toda la compañía incluida Esther, se pensaban que era de un admirador de la primera o el primer bailarín del Ballet Nacional de España. Y mientras esperaban las llaves de la habitación, descubrieron que el ramo era para Esther Ponce. Llevaba una nota que decía; Mañana por la noche iré al teatro a verte. Con admiración , Olivier. 

Cuando entró en la habitación, había una caja de bombones enorme con una breve historia sobre el traspaso del chocolate liquido al solido con la Reina Maria Antonieta como protagonista. La compañera de habitación empezó a mirarla con envidia y Esther tuvo que reprimir una vez mås su alegría para que su compañera no sufriera tanto.

— ÂĄNo es justo XANA! Yo no tengo la culpa de las cosas buenas que me pasan. XANA le calmaba diciĂ©ndole que era demasiado elegante para ser bailaora de flamenco. Le advirtiĂł que en el mundo del espectĂĄculo para triunfar sin envidias , tenĂ­as que ser mediocre, lesbiana o puta. Y que como ella no era ninguna de las tres, que disfrutara al mĂĄximo de los momentos donde era admirada por su arte, porque eso serĂ­a lo  que alimentarĂ­a su alma, ya que la fama tenĂ­a un precio y que ella era demasiado talentosa para pagarlo. 

El el escenario, Esther no conseguĂ­a quitarse de la cabeza al gitano. Su primo hermano era el primer bailarĂ­n y Esther tenĂ­a que bailar con Ă©l. TenĂ­an la misma mirada y se parecĂ­an mucho. Esa noche entre los dos empezĂł a nacer un sentimiento mĂĄs allĂĄ de la amistad. Esther siempre era la Ășltima en salir del camerino. No le gustaba ir a cenar con el maquillaje exagerado del teatro, pero tampoco con la cara lavada. Por lo que sĂ© desmaquillaba y se volvĂ­a a maquillar, despuĂ©s se duchaba y hablaba con sus padres. En la puerta del camerino estaba Olivier con otro ramos de rosas esta vez blancas, sus preferidas. Estaba acompañado de un amigo suyo pintor que le pidiĂł retratarla una tarde en su estudio.  Al llegar al hotel tenĂ­a una nota de Olivier en recepciĂłn, para quedar en recogerla su chofer al dĂ­a siguiente despuĂ©s de comer y llevarla a su oficina para recoger el libro que le habĂ­a regalado. 

Estaban todos comiendo en una mesa enorme para veinte personas, que ocupaba toda la cristalera del restaurante, cuando de repente todos ven pararse una limusina de pelĂ­cula. Esther empezĂł a recapacitar y entendiĂł que el cazador sabĂ­a no sĂłlo el hotel donde se hospedaba, el teatro en el que actuaba, si no que tambiĂ©n habĂ­a averiguado dĂłnde comĂ­a 
 El guitarrista que apreciaba mucho a Esther era del sur de España y tenĂ­a mucha gracia, pero de repente se puso serio y muy flamenco,  al ver tanto poderĂ­o delante de una niña de veintiĂșn años que estaba empezando a vivir. Toda la compañía se quedĂł pendiente de la reacciĂłn de Esther. Primero las rosas, despuĂ©s el pintor que la llevarĂ­a al estudio durante horas para hacerle un retrato y por lo visto era muy conocido en ParĂ­s. Y ahora la limusina que llevaba esperando cuarenta minutos. La envidia de las demĂĄs especialmente de las “ mĂĄs importantes” invadĂ­a el espacio que se ponĂ­a cada vez mĂĄs tenso. 

El primer bailarín Joaquin Pedraja Cortés , que estaba sentado al lado de Esther y que seguían tonteando en el escenario y fuera de él, y que ademas tenía una fuerte inquietud por llegar a ser famoso por encima de todo, retiró su pelo largo con las manos de un cristo, super parecidas a las de su primo hermano el gitano y acercando su boca a la boca de Esther con mucha sensualidad, le advirtió que si no se subía en la limusina , se subiría él. 

El hechizo le perseguĂ­a hasta ParĂ­s, pero fue tan descarado y tan surrealista para Esther la reacciĂłn de su amor platĂłnico, que se levantĂł como una estrella y con sĂłlo la mirada  convirtiĂł al cantaor en su guardaespaldas, la compañera de habitaciĂłn que cada vez estaba mĂĄs encantada de serlo, pagarĂ­a su cuenta, y  atravesando  la alfombra roja imaginaria con la espalda muy recta y la cabeza muy alta como cuando llevaba el canasto en Asturias con XANA , y sin mirar atrĂĄs , se metiĂł en el tĂșnel de lo desconocido.

 Olivier realmente fascinado con la pasión de la bailarina, hubiese tenido la limusina a disposición de Esther el tiempo necesario. 

La limusina entrĂł en el garaje del edificio, el chofer le abriĂł la puerta a Esther y le acompañó hasta el ascensor, apretĂł el Ășltimo piso con un guante blanco y le informĂł que la esperarĂ­a allĂ­ para llevarla de vuelta al hotel. 

El ascensor se abriĂł y allĂ­ estaba de frente la Torre Eiffel que se metĂ­a en la habitaciĂłn . Era una suite en la lujosa Avenue Montaigne , la cama a la derecha, inmensa y digna de un rey y quĂ© Esther pasĂł rĂĄpido y de largo por si acaso. Olivier estaba sentado esperando en el salĂłn de su casa con el libro de ballet de regalo en la mano. La oficina y el estudio estaban dos pisos mĂĄs abajo, pero lo acuciante era que en el primero vivĂ­a su Ășltimos dĂ­as la actriz favorita de Esther , Marlene Dietrich. ParecĂ­a un sueño , Esther elegĂ­a su fotografĂ­a preferida, un aviĂłn de los años treinta  que les llevarĂ­a a recorrer el mundo ; Je veux voler! ÂĄQuiero volar ! Gritaba Esther con los brazos abiertos por el balcĂłn desafiando a la obra de arte del arquitecto StĂ©phen Sauvestre. Estuvieron horas riĂ©ndose recordando cĂłmo se conocieron en Madrid. El chef les hizo el  foie de oca mĂĄs exclusivo del mundo y 
 — ÂĄ llegue al teatro justo para la funciĂłn ! . De cualquier cosa serĂ­as capaz con tal de que me olvide del gitano Âż verdad  XANA ? dijo Esther. Tu ya sabĂ­as el final mamaĂ­ta, Âż a que sĂ­ ? ÂĄ Te quiero ! . Esther la miraba y veĂ­a a MamaĂ­ta con su especie de lunar en medio de la frente, como un personaje fascinante y mĂĄgico de Disney.  Llena de historias y sabia como la vida misma. Una asturiana de pura cepa, mujerona que viviĂł intensamente, que salvĂł vidas ÂĄ y las que salvarĂ­a desde el cielo! .

Todas las XANAS unidas por el mar CantĂĄbrico que mece Asturias. Maria representaba la antigĂŒedad, la cercanĂ­a a la historia verdadera , a las raĂ­ces de una familia de mujeres fuertes y luchadoras. Benjamina rodeada siempre de peces que le traĂ­an los mensajes de la vida. Elvira era buena como su padre y desprendĂ­a dulzura y nobleza. Carmen tenĂ­a el poder del agua en sus manos que atraĂ­a a la belleza, al amor y a la fe.—En los duros momentos pensad que Dios aprieta pero no ahoga, les dijo XANA.  Me voy pero no para siempre. Voy a reunirme con mi bisabuela MarĂ­a, con mi abuela Benjamina y  con mi madre Elvira. La noche de San Juan buscarnos en el ocĂ©ano, nuestro rostro lo dibujarĂĄn las olas y  os seguiremos protegiendo junto con la ayuda de Dios en la alegrĂ­a y en la tristeza. Y Elvira hija mĂ­a ÂĄ no te fĂ­es de la filipina! te intentarĂĄ engañar con tu marido , pero yo te ayudarĂ© desde el cielo y tu lo evitarĂĄs. Esther rĂĄpidamente reaccionĂł y con un nudo en la garganta de los que te bloquea el habla y tiemblas de tristeza e incertidumbre,  le dijo que se fuera tranquila al cielo que ella no lo permitirĂ­a jamĂĄs. XANA sonriĂł y sĂ© quedo relajada y tranquila, como la angula asturiana fuera del agua que  se mueve mucho y va perdiendo intensidad 


Pero no tenĂ­a tiempo que perder y empezĂł a recordarle a Elvira y a Esther, cual serĂ­a su misiĂłn el dĂ­a que ella dejase de respirar; — Recuerda siempre que tu hija Esther esta hechizada y asĂ­ la podrĂĄs entender mejor. TodavĂ­a os quedan muchos años por sufrir. A vuestra vuelta a Madrid Esther vivirĂĄ el momento mĂĄs crucial de su  vida , el destino le pondrĂĄ de nuevo al gitano en sus venas . A los ocho años el hechizo desparecerĂĄ y Esther volverĂĄ a sus raĂ­ces y a su naturaleza  y Angel y tĂș tambiĂ©n.

— Te quedarĂĄs embarazada y lo perderĂĄs, le narraba XANA  a Esther
Esa serĂĄ la señal que yo te enviarĂ© para salvarte. A partir de ese momento tendrĂĄs  que empezar a huir a un lejano paĂ­s y el hijo de Ă©l te ayudarĂĄ , si no lo haces, morirĂĄs.  Yo os protegerĂ©, me manifestarĂ© a travĂ©s del agua y la luz


Un seis de Marzo de 1992 , la IlustrĂ­sima Señora DÂȘ Carmen Garcia Alonso, XANA, desde el Hospital Militar de Valencia,  se marchaba de este mundo
pero no para siempre. 

Un novenario de misas se celebraron por tan sensible pérdida, nueve días rezando por una gran mujer. 

No te pierdas la segunda temporada 

“EL HECHIZO“

La Virgen del Carmen, Estrella del Mar, patrona de los marineros ….

XANA…Un hecho real

El Coronel Ponce llevando a su voz de Naranja al altar…

El Pez Oro de D. Julio Prieto Nespereira. Medalla de Oro a las Bellas Artes.

Saca la flamenca que llevas dentro estå dedicado a todas las mujeres del mundo y no significa que tengas que ser flamenca o que te dediques al mundo de  la danza. Es una expresión, es una manera de enfrentarse a los contratiempos que nos pone la vida y porque el flamenco tiene esa actitud de ¥aquí estoy yo!

Sacar la flamenca que llevo dentro me ha ayudado en muchísimas situaciones muy extremas en mi vida y no solamente hablando técnicamente como profesional del flamenco, sino  que en ese momento no tenía porque estar bailando, ni demostrando, ni compitiendo,  ni subida a un escenario,hablo en la vida del día a día.

Por eso tĂș tambiĂ©n puedes sacar la flamenca que llevas dentro. 

Una flamenca es segura, una flamenca tiene seguridad, tiene peso, tiene porte, tiene sabiduría y sabe estar al mando. 

O sea que saca la que tĂș tienes de dentro y apuntate conmigo a esta aventura en la que ÂĄnos lo vamos a pasar genial ! que sabemos como empieza y no sabemos cĂłmo acaba, pero que seguro va a ser una de las experiencias mĂĄs inolvidables de tu vida.

”

No me ha hecho falta ser famosa para dormir en la Suite Presidencial  de Hemingway en el Gritti Palace de Venecia todos mis cumpleaños. 

Tomarme un Bellini mientras espero la góndola que me llevarå a la fiesta privada del Festival de cine en el yate de mi colega el que fuera colaborador de Versace o cenar en la famosa terraza del Hotel Danieli. 

TambiĂ©n es cierto que si me hubiese acostado con todos mis acosadores, ahora serĂ­a mĂĄs famosa que Sara Baras. ÂĄPERO! por mĂĄs que me duchase, no se me quitarĂ­a el olor a vomito del cuerpo y la frase de : “cĂłmo lo conseguí” serĂ­a la banda sonora de mi vida, que me revolverĂ­a las entrañas en cada aplauso. 

Tampoco me ha hecho falta ser famosa para tener un guardaespaldas que me escolte hasta la puerta del avión, con dirección a La Embajada de America en Beirut o Ir en Limousine y beber champagne del mejor. 

“Todo lo he conseguido con pasión, seguridad en mi misma , esfuerzo y dedicación”. 

”

Demostrando primero a mi misma y después al mundo entero, que no necesito venderme a un hombre para triunfar en mi carrera. Y que saco la flamenca que llevo dentro  cada vez que se cruzan en mi camino. 

No permitas que ningĂșn hombre te mande o te exigĂ­a lo que tienes que hacer. 

Lucha por lo que quieras, viste como quieras, maquĂ­llate como quieras , estudia lo que quieras y jĂșntate con quien quieras.

La primera vez que un hombre te ponga la mano encima, serå su culpa, pero la segunda vez serå tu culpa por haber aguantado la primera. 

Y si te sientes atrapada y tienes miedo a plantarle cara a tu realidad, busca la manera como si fuese el Ășltimo dĂ­a de tu vida de dar una señal en la farmacia, en el mercado, a un vecino que te cruces, a cualquier persona que pueda escuchar este nĂșmero : 016! y serĂĄ el primer paso a tu salvaciĂłn, a tu nueva vida, seguro que llena de todas las cosas buenas que anhelas y donde nadie te dejarĂĄ que des marcha atrĂĄs. Inmediatamente estarĂĄs protegida por la sociedad que te protegerĂĄ y te ayudarĂĄ sin condiciones . Y yo, Esther Ponce, ya estoy pensando en ti. 

SACA LA FLAMENCA QUE LLEVAS DENTRO #SACALAFLAMENCA

”
He sufrido mås de 10 acosos laborales de personajes muy famosos del mundo del espectåculo, y sabiendo lo que ahora sé, lo hubiese denunciado. 

Os voy a ir contando como he sacado la flamenca que llevo dentro en situaciones extremas y que ojalĂĄ y sirva para ayudar a alguna mujer para que haga lo mismo que yo.

De momento no voy a dar nombres y utilizaré motes.

Si me hubiera acostado con todos mis acosadores serĂ­a mas famosa que Sara Baras.

”
 

Con mi testimonio y mi propia experiencia, viviendo en diferentes paĂ­ses del mundo y relacionĂĄndome con todo tipo de clases sociales, raza, cultura y religiĂłn, quiero darle la vuelta al drama que viven las mujeres en el mundo.
Ayudarlas a salir de ese callejón oscuro, animarlas y convencerlas de que nunca tiren la toalla , de que existe un mundo maravilloso esperåndoles para sacar lo mejor de ellas. Su fuerza, su belleza interior y sus ganas de salir adelante. Que no dejen de luchar por los derechos de la mujer y la igualdad de género. Que griten a los cuatro vientos  y que no se callen nunca, que sonrían y que se llenen de paz con la belleza que nos brinda Lanzarote y su naturaleza.
Que no estĂĄn solas
 quĂ© saquen la flamenca que llevan dentro. Una mujer fuerte y segura de sĂ­ misma, la directora de su propia vida. Que se agarra al suelo con templanza y lista para arañar en cualquier momento si hace falta y torear a la vida con la mejor sonrisa
 

”

Tengo experiencias y anĂ©cdotas para contar a todas las mujeres;  las de barrio , las cayetanas, las conflictivas, las adictas, etc. Y siempre con mi lema de que para salir huyendo de cualquier situaciĂłn, lo mejor, ÂĄ practicar el atletismo! 
  Mi tĂ­o me llamaba Atleta de la Danza , decĂ­a ; Mientras  tengas las piernas y el corazĂłn fuerte, ÂĄpodrĂĄs volar! . 

Esther Ponce's experimental Flamenco is ready for the Valencian Director of Tourism to meet

It is very gratifying to have an idea like the experimental Flamenco in Valencia, carry it out and have managed to attract more than 20 foreign clients to Valencia in a short time and without marketing, who have passed through the Flamenco Art Center, and who have not only They learned a lot if not they have returned to their country with a better concept of Valencia.

His experience and approach to flamenco led by Esther Ponce will make you return without hesitation to the city of Turia.

Esther Ponce not only surrounds them with her passion and charisma from the first moment, her professionalism and a very long journey through different countries of the world where she has lived for long periods, she makes them fall in love.

You just have to read the dedications of all the foreigners who write in their precious notebook created for them and that are already adding more and more.

«They also buy semi-professional shoes and a skirt to study with me.» That’s already the best! –
~ Esther Ponce

 The foreigner is used to teaching flamenco very quickly and without discipline, anything goes, any shoe, any skirt, hanging out even parodying and even ridiculing flamenco.

With me if they want to study two private hours which is the minimum, they are given the option of buying or renting the shoes and none of them have thought twice about it to this day.
 
«Being a polyglot, doors just open up to me» –
~ Esther Ponce
 
Definitely the Experimental Flamenco of Esther Ponce has an Angel!

From England, without a doubt the most special Experimental Flamenco we have had at the Flamenco Art Center in these two and a half years.

The Esther Ponce Stylized Flamenco Art Center has been open for two and a half years. El Ángel Every August 28, for Esther’s birthday, a new foreign student gives her a gift and the flamenco toast intensifies.

«The students do not want to miss the opportunity to study with me. When they start to study my technique they are hooked at the first second. Those who play sports and take care of themselves immediately identify with my stretching and feel safer for the rest of the class and those who don’t appreciate it and will surely start practicing it and taking care of themselves forever »
~ Esther Ponce

This year Esther thought that her Angel would be very busy due to the current pandemic situation and also that it would be a coincidence that another year happened.

But to Esther’s surprise it was like that and without doubt the most special flamenco toast for England.

«Discipline is my hallmark and not even the Covid has stopped us» «I have never doubted it and I will only teach classes with a mask»
~ Esther Ponce

After the experience of teaching classes with a mask? A private flamenco class for two hours without stopping, does Esther remember that when she and the student went out into the street they breathed for two seconds as if there were no tomorrow?According to Esther’s recent experience, with the mask you cannot see the total expression of the student, but the eyes also speak and flamenco is also expressed with the body.

With all the safety measures, the student disinfected her shoes, put hydroalcoholic gel on her hands, a temperature control was performed with a non-contact forehead thermometer and the student did not remove her mask during the two hours, only in the changing room that she only used to drink water. 

“Now I can present my Experimental Flamenco to the director of Tourism of Valencia and let him roll with the little ham :)”
 
~ Esther Ponce