Esther Ponce Magazine

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XANA

Xana , una historia real…

…Pero XANA era diferente a sus 3 hermanas, desde el día  que nació en la ría del Nalón mientras su madre lavaba,  ya estaba bendecida para presentir durante toda su vida el futuro y salvar vidas…

“ El futuro predicho por XANA empieza a cumplirse…El mítico cantante de ópera Alfredo Kraus, elige a Esther en el Liceo de Barcelona para el papel de novia. Mientras , el General Ponce es nombrado por el Gobierno del Tribunal Superior de Justicia , juez de Paz…”

1987, XANA estaba en Valencia muy nerviosa.  Quedaba muy poco para  que se cumpliera el predicho de su madre Elvira. Lo que más le dolía , era que no podía hacer nada para evitar el embrujo que  sucedería  entre Esther y él gitano. El número 8 seguía marcando los acontecimientos importantes en la vida de la princesa de Elvira.
XANA se enfocaría en guiarla y bendecirla antes de marcharse al cielo para siempre. Ultimamente mamaita, se recordaba así misma cada día que cuando fuera más viejecita, tenía que entregar el tríptico de la Virgen del Socorro a Esther…que le acompañaría y protegería ya para el resto de su vida.
Los Domingos eran para pasarlos todos juntos jugando al tenis en la sierra de Madrid, en el club del que eran socios y donde tenían un terreno. Pasear por el río , comer una fuente gigante de gambones a la plancha, beber sidra y refrescos y por la noche cenar papas fritas super finas, de aceite de oliva,  que veían hacer en una maquina enorme, desde el escaparate de la calle. Cacahuetes, la famosa tortilla de patatas de Elvira y bocaditos de nata y trufa. Era el momento idóneo para contar cada uno cómo le había ido la semana y los planes de futuro inmediato.
Ángel esa noche contó lo mal que lo pasó grabando al cantaor que ya era un revolucionario moderno del flamenco,  Enrique Morente , porque a veces desafinaba. De guitarrista llevaba a José Manuel Ortega, al que después le llegaría el éxito como cantante ; Manzanita.

Elvira seguía siendo buena como una virgen, nunca criticaba a nadie, al contrario, te ayudaba como si fueras uno más de su familia y como si ya te conociese de toda la vida, te encandilaba con su simpatía y su carismática voz de Naranja.
Estaba muy enfocada en los estudios de su hijo  mayor en Estados Unidos, en la carrera artística que empezaba a despegar de la princesa de la casa, y en la educación de su hijo pequeño de trece años . Pero eso no impedía que Elvira asistiera a las fiestas que daba en el Parque Conde de Orgaz la vecina del chalet cercano. Una folclórica que le pagó un dineral a Angel, que sabía que era el mejor ingeniero, después de suplicarle durante meses que le grabara un disco que financiaría su marido como regalo de cumpleaños… Angel no tenía escapatoria.
 La voz de Naranja lo pasó fatal durante la grabación porque las canciones eran horteras,  sin gusto y chabacanas. Pero las cantaba afinaba , y eso fue lo que le salvó para que Angel aceptara.
Angel no soportaba la desafinación , tenía  oido de tísico y su hija Esther también lo había heredado. Todos sus hijos cantaban y afinaban muy bien, ganaron varios concursos con la canción Vamos a contar mentiras cuando tenían cuatro, siete y ocho años.
Cuando empezó a grabar al cantante de moda  Betín Osborne, y le escuchó desafinar,  le hizo cantar , lo grabó y después  le dijo que se quitara los cascos y que entrara en la sala de control. Le bajo todas las pistas del playback y le dejó la voz a pelo para que se escuchara bien. Fue deprimente, pero Angel enseñaba a afinar y a cantar a muchos que pasaban por sus increíbles manos. El espectacular físico del señorito andaluz de dos metros de altura y de ojos azules,  fue de gran ayuda y determinante  para triunfar… con el tiempo Bertin Osborne le  pidió prestado un millón de pesetas a Angel  y nunca se lo devolvió.

Para el estreno, la folclórica montó un escenario en el jardín con las medidas del Teatro Real , como si fuera a actuar Lola Flores.
La voz de Naranja, Angel y su hija Esther, compartieron mesa con el futurólogo del momento, Raphel. Quien adivinó que una de las invitadas estaba embarazada y le amargó la noche. Era una actriz muy famosa, saliendo con un mujeriego y no le interesó creerlo. Pero fue sera una realidad.   
la Voz de Naranja se subió al escenario para dejar a los invitados con el mejor sabor de boca. Cantando uno de sus apasionados boleros a piano o no llores por mí argentina. Con ese ángel en la voz con el que nació, que quien la escuchaba, volaba a un mundo mejor. Cuando empezó a grabar al cantante de moda  Betín Osborne, y le escuchó desafinar,  le hizo cantar , lo grabó y después  le dijo que se quitara los cascos y que entrara en la sala de control. Le bajo todas las pistas del playback y le dejó la voz a pelo para que se escuchara bien. Fue deprimente, pero Angel les enseñaba a afinar y a cantar a muchos que pasaban por sus increíbles manos.

Todos querían grabar con Angel Barco, porque era muy profesional, no bebía alcohol y lo más importante, no consumía sustancias como el resto para aguantar toda una noche grabando. Angel amaba tanto su profesión y a la bonita familia que había creado junto a la mujer de su vida , que no podía permitirse llevarles a la perdición. Como lo había vivido en primera persona con compañeros de profesión que se engancharon a las drogas y terminaron perdiéndolo todo.

Era el boom de las sevillanas. El grupo “Amigos de Gines”, revolucionó el mercado con las sevillanas del Adiós , que cantaron en directo, solicitado por el pontífice,  para el Papa Juan Pablo II, quien las canturreaba por los pasillos y cuando se despedía de un país.
Angel no salía de Hispavox. Era tal el boom, que los guitarristas que se querían dedicar al flamenco puro como Vicente amigo, Niño Ricardo, y Rafael Riqueni, al que llamaban Cebolleta porque desafinaba todo el tiempo,   lo dejaron un poco de lado, y empezaron a pasar por Hispavox y grabar sevillanas y más sevillanas que era lo que estaba bien remunerado. El único que no tuvo necesidad de tocar sevillanas fue el genio de la guitarra Paco de Lucia.
Cuando Angel llegaba a casa por las noches, sus hijos estaban durmiendo y cuando se despertaba,  ya no estaban.  Menos mal que  Esther colaboraba en las grabaciones de los grupos más famosos de sevillanas del momento tocando las castañuelas y eso les permitía pasar más tiempo juntos.  Protagonizó la portada de uno de los discos más vendidos de sevillanas producido por Pascual González,  que era el alma del grupo super famoso “Cantores de Hispalis ”.
Ese año actuaban en la Feria de Sevilla y Pascual invitó a Angel y a su familia a pasar unos días en su casa. El grupo se hospedaba en el espectacular hotel Alfonso XIII de estilo mudéjar inspirado en la arquitectura árabe . Inaugurado el 28 de Abril del 1928 coincidiendo con el final de la feria,  con un ostentoso  banquete presidido por el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia. Elvira y Esther antes de salir para la feria, tomaban algo en el hotel. Se lo pasaron como si fueran hermanas. Elvira bailo todas las sevillanas que sonaban. Las aprendió en el curso que impartió Esther en su estudio antes de la feria. Para las amigas de Elvira que también se apuntaron a la feria.
Esther y Angel tenían que  sacarla cada noche de la pista de baile porque nunca veía el momento de irse a dormir. Así era Elvira, alegre, feliz, un terremoto y muy fuerte para lo chiquitita que era. Todos querían estar con ella y siempre era  el alma de la fiesta.

Uno de los fundadores del grupo, Rafael Ojeda, “ Falín” era la voz solista, un gitano muy guapo y que volvía locas a todas las mujeres incluida Esther.
Durante la grabación en Hispavox de las famosas sevillanas A bailar A bailar, pasaron muchas horas juntos y congeniaron muy bien. Pero una vez en la feria, no sé separaban ni un momento.
 El se quedaba mirando ensimismado cómo bailaba Esther y Esther se iba enamorando cada vez más de la letra que sonaba en la caseta, cantada por él mismo, que la miraba con unos ojos negros llenos de poderío y fuerza. Y que luego le volvería a cantar a ella sola a la luz de la luna ; — Baila, dime que tú me quieres, que de pena mueres si no estas conmigo . Porque ya estoy loco y es que sueño siempre contigo…
Era once años más mayor que ella y le gustaban las chicas muy jóvenes, de hecho, cuando fue padre, la madre del bebe tenia 15 años. Con mucho mundo recorrido. Alcohol , drogas, mujeres. Esther no había salido del cascaron, no bebía alcohol y tenía una disciplina muy severa con la danza. Ya estaba Elvira para beberse los finitos que le ponían a su hija y probablemente eso sería así ya para toda la feria.
Elvira se dio cuenta de la  fuerte atracción que su hija sentía por el cantante y viceversa. Y Organizó el viaje de vuelta a Madrid antes de lo previsto y antes de que llegase a oídos de Angel.
Y así pasar el día de la madre con su hijo pequeño y con el mayor que llamó desde Estados Unidos. Ismael seguía siendo super inteligente,  triunfaba en los estudios casi sin estudiar, era buenísimo jugando al futbol y enormemente atractivo. Las españolas no paraban de escribirle cartas que Elvira no le enviaba para que no se desconcentrara…Pero no servía de mucho, porque ya se había enterado que  tenía locas a todas las americanas. Elvira era la mejor madre. Les daba libertad, amor incondicional, cariño infinito, siempre positiva, buena, entrañable, dulce, simpática, amable, sensible como buena artista.

Esther se presentaba al concurso de sevillanas más importante de Madrid organizado por el tablao flamenco de la Plaza Mayor de Madrid, Los Cabales.
Enrique Busian, un prestigiosos joyero de la calle Mayor, se ofreció como sponsor mecenas y realizó unos  trofeos preciosos y enormes,  con la base cuadrada de mármol Stuario y una enorme medalla de oro macizo con dos bailaores grabados bailando por sevillanas para la pareja ganadora. 
Esther , de dieciséis años y en secreto, se inspiró al bailar en “Falín” y junto con su compañera de carrera Virginia de dieciocho se llevaron el primer premio.
Cuando D. Enrique Busian fue a felicitar a las ganadoras, Esther,  con su sentido del humor asturiano, le comentó que el próximo premio lo quería con mármol de portoro negro; —Me alucinan las vetas doradas tan dinámicas y con efervescencias blancas que parecen estar en continuo movimiento como la danza…
La música de las sevillanas sonaba altísima , todos hablaban y comentaban el concurso, pero el joyero miró a Angel y haciendo un esfuerzo por qué se le escuchara  le dijo; —¡ Tu hija ganará todo lo que se proponga!
El calentador de lana de ballet se llenó de nuevo con miles de pesetas. Esther ya tenía para pagar unos meses más de clases.
Había aprendido de su madre, quien a su vez aprendió de su padre el General Ponce de ayudar a los más necesitados. Una parte del dinero que ganó en el concurso nacional , lo utilizó para tal fin y el resto para pagar durante seis meses, las 4 clases diarias de flamenco que había elegido.
Su abuelito Emilio al que adoraba, estaba a punto de ser nombrado por la Sala de Gobierno del Tribunal superior de Justicia, Juez de Paz.

Los estudios Amor de Dios, en la misma calle Amor de Dios del barrio de Anton Martin de Madrid, no tenían nada que ver con la academia. En las clases había profesionales de mucho nivel bastante más mayores que Esther , extranjeros , y aficionados que se sentaban a mirar las clases, sabiendo que nunca asistirían a ellas,  pero no querían perder la oportunidad de ver bailar  en vivo a los artistas que después verían actuar  por la noches en los tablaos de la capital.
Los maestros alquilaban las salas , se sentaban en una silla y cobraban en efectivo el dinero de la semana entera. Los que menos alumnos tenían, guardaban el dinerillo en el bolsillo del pantalón y Maria Magdalena, que impartía clases de técnica,  por la que pasaban cientos de alumnos semanales, arrugaba los billetes, hacía una pelota y los guardaba  en un bolso talla XL . ¡ Era millonaria!  impartiendo solo tres horas diarias de clase de lunes a viernes. Ganaba más dinero al mes que el presidente del gobierno. Todo en efectivo  y sin declarar. Era un ambiente de competencia, de lucha, de artistas muy jóvenes que tenían que sacar adelante a sus familias.
 Se respiraba mucho arte por los pasillos y en los sofás de la entrada donde se sentaban los maestros y algunos alumnos antes de bajar a las cuevas más flamencas del mundo para las clases, nacían cada día nuevas ideas y proyectos. 
Esther ya había terminado el curso en el instituto y llevaba un ritmo de clases muy exigente.
Los profesores, se dieron cuenta inmediatamente de la rapidez  con la que Esther aprendía los pasos y empezaron a dejarla encargada de sus clases. Mientras se iban a tomar un vino allí mismo,  en el bar de dos metros por dos que ocupaba una esquina de la cueva y donde solo escuchabas chistes, anécdotas y muchas risas.

XANA estaba muy orgullosa de su nieta. Ese día en concreto  estuvieron hablando mucho tiempo por teléfono , contándole todas las novedades. Cuando quiso darse cuenta,  Esther tuvo que colgar porque llegaba  tarde  a la clase de flamenco del emblemático maestro Ciro…
Salió corriendo del vestuario, cuando se tropezó con una bailarina del Ballet Nacional de España que parecía muy nerviosa y que aprovechó el momento para preguntarle; —Perdona , nos ha surgido un imprevisto y estamos  buscando urgentemente una bailarina de danza española para un contrato de cuatro meses en el Liceo de Barcelona y empezamos los ensayos  mañana…Esther le dijo que estaba titulada por el Real Conservatorio de Música y Danza y que tenía diecisiete años. Sus padres tendrían que firmar una autorización por ser menor de edad. Pero era una oportunidad importante y empezar una carrera artística en una super producción como era Doña Francisquita, en el Liceo de Barcelona y ser la única artista a la que el divo Alfredo Kraus le dejase entrar en su camerino…
¡ Esther se lo iba a pasar genial! Se llevaba a su mejor amiga,  su sandwichera para tomarse el sándwich en la habitación, ya que era la primera vez que viviría fuera de su casa en un hotel en plena calle de las Ramblas, con mucho movimiento nocturno,  y todo lo que conlleva el estar libre como el viento. Y Esther era salvaje de corazón cuando le gustaba algo. Sonia y ella, se compraron nada mas llegar, los primeros zapatos de tacón alto de su vida. Eran negros y parecían de fulana.
La bailarina que también era la directora del ballet creado para la zarzuela, les pidió hacer una audición. Serian cuatro meses fuera de casa, lejos de su familia, su primer contrato como profesional, y solo con dos días para prepararlo todo. Esther pensó en su mejor amiga y sin consultarlo con sus padres, le dijo cuál diva, que aceptaría con la condición de que Sonia, pudiese hacer también la audición. Le avisó que no tenía el mismo nivel que ella, pero que para un cuerpo de baile, sí  estaba preparada. Esther tan jovencita, ya apuntaba maneras de directora y productora. Era un esponja. Le gustaba mucho aprender y era muy curiosa, lo preguntaba todo. Siempre que hacían turismo, entrevistaba al portero del museo, o al dueño del restaurante donde comían, decía que quería estudiar periodismo pero el embrujo ya le estaba dirigiendo hacia Barcelona.
Solo había una vacante para el ballet del famoso coreógrafo Alberto Lorca.  La Directora tenía que elegir entre qué Esther ocupara el puesto vacante con amiga incluida   o ser despedida ella misma por no haber encontrado una bailarina a tiempo. 

Al día siguiente ya estaban ensayando,  el primer día eligieron  a la bailarina que interpretaría el papel protagonista de la novia. El bailarín que interpretaría al novio y que también era primer bailarín del Ballet Nacional de España, tenía veinticuatro años y no estaba en los ensayos, él se uniría a los ensayos directamente en Barcelona. Era la pareja sentimental de la Directora. Esther sentía una curiosidad fuera de lo normal por conocerlo. Era una sensación muy extraña y de cosquilleo la que sintió en el estómago cuando hablaron de él. Nada más llegar a casa llamó a XANA para contárselo… Ya no había marcha atrás , el embrujo había empezado.

El famoso y polémico cantante de Opera canario , Alfredo Kraus, estrenaba en el fantástico liceo de Barcelona la Zarzuela Doña Francisquita y estaría en cartel de Junio a Septiembre de 1988.
Era el primer día de ensayo, había llegado el acto en el que el divo interpreta ” el canto a la juventud”  a los novios subidos en un carruaje precioso,  cuando de repente el mismísimo Alfredo Kraus da una orden de parar  el ensayo y pide hablar con la Directora del ballet. Le dice que la bailarina  que interpreta a la novia , ademas de ser guapa tiene que ser para ese papel,  más joven.
La Directora reunió  a todas las bailarinas en el escenario  y Alfredo Kraus pasaba delante de cada una mirándolas detalladamente hasta encontrar a la novia perfecta. Esther era la más joven y fue la elegida. El novio seguiría siendo él mismo. Kraus le cantó durante tres meses, a diario compartirían un metro cuadrado entre cajas antes de salir al escenario, pasaban tanto tiempo juntos que se hicieron amigos  y el divo le dejaba que entrara en su camerino mientras le daba consejos como si fuera su padre; — Recuerda mi niña, que decir un no como respuesta en nuestra profesión, es un lujo, le dije Alfredo Kraus.

¡ No te pierdas el próximo capítulo !  Cap.11

“ El Hechizo 1 ”