Esther Ponce Magazine

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XANA

Xana , una historia real…

…Pero XANA era diferente a sus 3 hermanas, desde el día  que nació en la ría del Nalón mientras su madre lavaba,  ya estaba bendecida para presentir durante toda su vida el futuro y salvar vidas…

“El Hechizo I “

XANA, últimamente solo quería estar en San Juan de la Arena, el lugar que la vio nacer como una angula en la orilla del mar cuando su madre dio a luz. Sus paseos a las fuentes, las hogueras de San Juan, el mar Cantábrico , la naviera de la familia el Leré … Era  asturiana y fuerte como un roble, pero como era ley de vida, se estaba haciendo mayor. Su pequeña prominencia  en medio de la frente, era tan personal, que la convertían en una mujer llena de misterio, de historias mágicas, de sabiduría…

Era el primer verano que los hijos de Elvira, no veraneaban  en la playa y todos les echaban mucho de menos, la princesa de Kapurthala bailando en Barcelona e Ismael en Estados unidos estudiando. 

XANA, sentía algo muy especial por Ismael, el primogénito de Elvira. Desde que era muy pequeño, le advertía a su hija, que tuviese mucho cuidado, que con esos rizos dorados y tan bonito que era,  se lo podían robar.  Predijo que Ismael cuando fuese mayor, experimentaría una transformación física y se parecería muchísimo a ella. Y cada vez que le mirase vería su reflejo. 

Esa noche después de cenar XANA se quedó mirando al mar y recordó la historia del alacrán en el Real Sitio de Solán de Cabras…

Era una mañana de sol radiante en  la Serranía de Cuenca. El  agua curativa y pura del manantial, hacía que XANA y su familia visitaran muy a menudo el lugar que desde el 182. A. C había curado artritis y otras enfermedades. Ese día iban el General Ponce, su yerno Federico con su hija Carmina, su nieta Merceditas de diez años y  Elvira con Ismael de seis . Iban todos en un todo terreno Mehary descapotable, nombre de origen árabe del fabricante francés Citroën. Con tres filas de asientos que llenarían de agua sanadora.  

A XANA le encantaba cortar ramas de romero con una navaja pequeñita y ponérsela en el pelo, no necesitaba horquillas porque lo tenía tan rizado, que se lo metía dentro y parecía que había nacido allí el romero. Su nieta Esther, que tenía el mismo pelo, hacía lo mismo desde que tenía dos añitos. Una tradición que mantendría en su vida, cada vez que se subiera a un escenario a bailar . El olor a campo fresco y el recuerdo de su mamaíta, sería su mejor fuente de inspiración y siempre  le traería suerte. 

Era ya por la tarde cuando XANA , cortando una rama de romero, sintió como si una aguja le  penetraba muy lenta y dolorosamente el brazo. Era un alacrán enorme escondido que le había clavado el aguijón,  con una dosis inmensa de neurotoxinas que afectan al sistema nervioso provocando taquicardia, dificultad para respirar, ! incluso la muerte!. XANA , sin pensarlo dos veces, valiente como un toro, se rajó la piel con la navaja y empezó a chupar y a escupir la sangre junto con el veneno repetidamente, pensando únicamente en Dios y en su virgen del Socorro.  Que se la había dado antes dé tiempo a Esther para que la protegiera en Barcelona. No podía quedar ningún resto de veneno en su sistema  y tenía que salvar su vida. Ante la atenta mirada de toda la familia que no se atrevíeron a decir ni una palabra…excepto su maridito, el reciente Juez de Paz, que decía en voz alta y con un amor infinito; — el día que me faltes Carminina , yo faltaré después . 

Lo mismo que predijo su suegra Elvira antes de fallecer con tan solo cuarenta años. Dejando a XANA con dieciséis, siendo madrina de guerra , esposa y madre ; — Hija, conocerás al que será tu marido, y te querrá tanto, que morirá de pena por ti, le dijo su madre en su última noche de vida…Palabras sabias de una madre, que se hacen un hueco en el corazón para el resto de la vida. En el camino de vuelta, XANA le preguntó a su yerno Federico, por su hijo Emilio, que le llamaban manitas de oro,  y que trabajaba ya con él en la clínica. Fue su hija Carmina, quien le contestó , que estaba muy enamorado de una modelo y se mostraba muy nervioso últimamente. 

A partir de ese viaje, XANA empezó a descifrar el enigma del escorpión. Ella creía que todo lo que le sucedía en la vida era un mensaje de Dios,  que actuaba  a través de las personas.  La novia de Emilio era muy buena modelo, altísima, blanca como la leche, extremadamente delgada como una bailarina que sufre de anorexia, con el pelo de color avellana muy largo y liso como la seda,  y con unas facciones de tal belleza que todo el mundo se giraba para mirarla. En la playa  se bañaba con una túnica de un diseñador muy conocido ibicenco y parecía una diosa cuando salía del agua.  XANA no tardó mucho tiempo en descubrir que se gastaba en diacetilmorfina, el dinero que su nieto Emilio, robaba a su padre de la clínica. La heroína, era la droga de moda que quitaba el hambre a las modelos  y las mantenía en una talla treinta y cuatro. Emilio cada vez se parecía más a su bisabuelo el cubano, era guapísimo,  pero su preciosa y conquistadora sonrisa,  estaba viviendo en primera persona  la mítica frase del diseñador francés, Cristhian Audigier, “ El amor mata lentamente”. Un amor muy joven víctima de la ingenuidad , que se pinchaba en la planta de los pies y en el paladar para que nadie descubriera su adición . Antes de morir de una sobredosis,  tuvieron una hija preciosa que nació el mismo día que ella y a la que llamaron Amor. 

XANA Por fin había encontrado la respuesta a la pregunta que se hizo durante muchos años sobre la filipina y esperó a quedarse sola con su hija Elvira; — No permitas nunca mi vida,  que Angel te falte el respeto. ¿ Recuerdas que te dije que un día averiguaría lo que no me gustaba de la filipina? Pues ya lo sé . No dejes a tu marido solo mucho tiempo con ella y mejor vete tú a comprar con él . Para que la  gente no murmure a tus espaldas y te haga sufrir. Tienes que evitar que la complicidad entre ellos cada vez sea mayor…le aconsejó XANA. 

Pero a Elvira, le entraba por un oido y le salía por otro. Era la mujer menos celosa de España.  Prefería pasar el tiempo con sus hijos y sus amigos . Cargar bolsas con kilos de comida para una familia tan numerosa, no era el mejor plan. Y la filipina, tampoco era la única pretendienta que tenía Angel. Cuando Elvira entraba en Hispavox, cantantes jóvenes y guapas que querían ser famosas a toda costa le tiraban los tejos. Afortunadamente, su Paul Newman era fiel y un gran profesional dedicado a su familia. 

XANA estaba haciendo la maleta para viajar a Barcelona a ver actuar a su nieta. Quería evitar a toda costa que se produjera el hechizo y llegaría de sorpresa y antes de lo previsto. Cuando de repente, empezó a sentir un fuerte dolor de cabeza, no podía mover la mandíbula y las lágrimas salían de sus ojos sin control. Estaba sufriendo una embolia. No pudo viajar y el doctor dijo que la  parálisis facial le impediría hablar durante mucho tiempo y por su edad, probablemente años. XANA Estaba acostumbrada a contestar al teléfono y a partir de entonces, tendría que hacerlo su hija pequeña, Amparo, que Vivía con ellos ya que nunca se casó ni tuvo hijos, como la hermana de su abuela, Sara.

Mientras en Barcelona estaba a punto de suceder lo inevitable. 

Era el día de descanso de la compañía y todos los bailarines se fueron a la playa con la directora a pasar el día. El marido de la directora , aunque no estaban casados, era gitano de raza y llevaban saliendo , bailando, viajando y viviendo juntos con el Ballet Nacional de España más de ocho años. Ella era  paya pero al vivir  con un gitano, no seria su novia, seria su mujer. Tenían ya veinticuatro y veintiséis años y su relación era tormentosa. Por lo que ella,  después de una bronca con su marido y cómo era la que cobraba el dinero de las dietas, le dejó en el hotel y sin dinero. 

Esther era una dormilona y ni siquiera Sonia, le pudo convencer de que se levantara. Le apetecía despertarse tarde sin prisas, desayunar en la cama y luego bajar a visitar alguna galería de arte cerca del hotel. La calle de las Ramblas tenia mucha vida , de día y de noche. 

A Esther le quedaban unos meses para ser mayor de edad y el surfero , seguía en Lima con su familia. Estaba deseando verle en Septiembre que ya habría terminado el contrato en el teatro y coincidía que él también volvía a Madrid.  Un año entero sin verse era mucho tiempo para ellos y su amor seguía vivo y puro…

El surfero antes de marcharse para un año y medio, le pidió a Esther que tenía entonces dieciséis años, culminar su primera noche de amor en la intimidad de la cueva de la iglesia , en el cuarto donde ensayaba el grupo  que tenía de todo, nevera, televisión y un espacio muy romántico con un biombo que separa el futón japonés. Esther le dijo que prefería esperar a que el volviera y que si se querían de verdad, se esperarían mutuamente . No quería que su primera vez fuese en la iglesia, pero que era el lugar perfecto para sellar su amor…

Esther preparó dos velas blancas pequeñas y cada uno encendió la suya. Después, las juntarían para con ese fuego, encender la vela grande al mismo tiempo que decían lo agradecidos que estaban de haberse cruzado en el camino. Seguidamente Esther sacó un lienzo, dos pinceles y pinturas color pastel que le pidió a su padrino  Don julio Prieto. Eligió los colores junto al maestro de maestros para su ritual de amor.  D. Julio que tenía ya noventa años, disfrutó y sonrío muchísimo  escuchando la bonita y pura historia de amor de Esther. Cada enamorado pintaría un símbolo que recordaran a su historia de amor. La pincelada verde y azul simulando la tabla de surf, las zapatillas de puntas de ballet difuminadas , la noche oscura y el miedo …no podían faltar. El cuadro se quedó allí . El surfero  que no sabía nada de lo que Esther había planeado, improvisó y puso como banda sonora para la ocasión la espectacular balada del grupo de heavy metal Scorpions, “ I´m still loving you” qué fue con la canción que empezaron a salir y con la que Esther lloraba cuando le echaba de menos. Como último se escribieron una carta de amor cada uno, que llevarían haya donde fueren. 

Uno de los recepcionistas del hotel, estaba enamorado de Esther. Se llamaba Fernando. Había dado orden a las chicas de la limpieza de llevar a su habitación, los ramos de rosas y flores que se quedaban en las habitaciones de los artistas. Era joven, estudiaba en la universidad y en verano se sacaba un dinero extra en el hotel de su tío.  A Esther le encantaban  sus ojos azules , su gran sentido del humor y pasaban mucho rato juntos. 

Era ya casi la hora de comer, Esther bajó a la recepción a darle las gracias a Fernando por los bombones  que le habían llevado a la habitación de su parte. Muchos días le enviaba los bombones de regalo de bienvenida que se dejaban en las suites de lujo. 

Al salir del hotel, Esther vio sentado en el lobby al marido de la directora, él gitano.  Esther le preguntó que porque no había ido a la playa con su mujer y el resto de la compañía. Le contestó que se había enfadado y le habían dejado solo y sin dinero. A Esther no le gustó nada el gesto de egoísmo que tuvo la jefa y le dijo que sí quería comerse un sandwich caliente de jamón y queso en la sandwichera que tenía en la habitación. Él aceptó con la condición de que cuando tuviese dinero,  invitarla a comer. Pero Fernando que estaba escuchándolo todo, informó a Esther que la habitación se estaba haciendo y tendrían que esperar. Es cuando Esther le hizo al bailarín la pregunta que llevaba tiempo pensando; ¿ Cuántas piruetas seguidas haces? …normalmente los chicos hacen más piruetas que las chicas,  un bailarín bien preparado y con una buena técnica suele hacer un máximo de cuatro o cinco seguidas . El bailarín no le contestó a la pregunta, se levanto del sofá y ahí mismo hizo un Tendu con el pie derecho, lo colocó  detrás haciendo una cuarta posición de ballet y empezó a girar, una , dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho…Esther no se lo podía creer, ¡parecía un sueño! y quiso formar parte de él. Se   colocó a su lado, se preparó y empezó  a girar, una, dos, tres, a la cuarta pirueta se tropezó con la moqueta y el bailarín la sujetó por la cintura, se quedaron muy cerca el uno del otro, aunque en el escenario estaban así todos los días…le colocó el brazo derecho que tenía un poco más alto que el izquierdo y  por eso perdió el eje y se fue hacia un lado. 

Esther se fijó en sus manos, aunque era bajito de estatura, las manos eran preciosas y muy delicadas, parecían las de un cristo, delgadas, largas y de color canela. Tenía los ojos rasgados y grandes de color avellana, que la miraban con una profundidad como nunca antes nadie la había mirado. Tenía la nariz como las estatuas  griegas y el pelo largo como los bailarines. Era  muy educado y solamente le sonreía a  ella ; —para ser tan joven y al principio de tu carrera, giras muy bien, además de que eres guapísima y hasta el divo Alfredo Kraus también  se ha fijado en ti, le dijo el bailarín.  

Siguió contándole  que le ofrecieron un puesto de primer bailarín en el Ballet Nacional de clásico, pero que siendo gitano y de la familia de artistas de la que procedía, con la danza española y el flamenco en el Ballet Nacional tendría mas futuro. Esther ya casi no escuchaba lo que decía, solo le miraba con admiración y no quería despertar del sueño…ella ya se veía bailando en teatros importantes del mundo. Ya no importaba nada más. Al llegar a Madrid, los directores de las mejores compañías de flamenco estilizado se pondrían en contacto con ella , como le dijeron al ganar el concurso y ocupando ya puestos de solista y primera bailarina. Todo era de color rosa, pero fuera del sueño, Esther no sabía dónde se estaba metiendo. A partir de entonces,  jugaría con fuego. En ese momento Fernando el recepcionista que estaba celoso perdido, interrumpió bruscamente la escena que llevaban protagonizando mas de una hora en el lobby del hotel. Esther entonces escucho  internamente la voz de su madre Elvira que decía;  —Nena, cada cual debe seguir su camino y no entorpecer el de los demás. Si te molestan en el tuyo, apárteles de él, los que quieran seguir tu camino, les darás la mano. 

Después de tres meses toda la compañía que ocupaba el escenario del Liceo de veinticinco metros de ancho, diecisiete de fondo y veintitrés de altura, se conocían ya muy bien . Pero la química que había en el escenario entre los novios , no era la misma que al principio. Aprovechaban el momento de interpretar para dar rienda suelta a su enamoramiento y su pasión. El beso que marcó el Director  en la escena en la que el pueblo pide a gritos a los novios que se besen, no era él mismo. Alfredo Kraus que tenía mucho aprecio a Esther y que les cantaba a diario a un metro de distancia,  se dio cuenta enseguida y advirtió y aconsejó a Esther en el camerino, que ese hombre no era para ella, qué pertenecían a dos mundos totalmente distintos y que no podría funcionar. Pero Esther ya estaba hechizada y no había marcha atrás.  

Era 28 de Agosto y Esther cumplía dieciocho años. ¿Quién le iba a decir a ella que ese día cambiaría su vida para siempre? .Todos seguían en la casa de la playa y como cada año, el treinta, volvían a Madrid.  Desayunaron un riquísimo  chocolate con churros como era la tradición de fin de verano en la terraza  , mirando al mar y preparando el escenario para la verbena de por la noche . 

XANA seguía malita, tenía paralizado medio lado de la cara pero quería estar allí cuando Esther llamara.  Cuando sonó el teléfono, XANA sabía que era Esther. Elvira no le había contado lo sucedido, querían esperar a que terminase el contrato porque sabían que era muy pasional, que lo dejaría todo y saldría corriendo hasta poder  abrazar a su mamaíta.

Cuando sin esperarlo nadie, XANA dio un salto, adelantó a Elvira y agarró el teléfono. Su infinita fe y su enorme fuerza mental, fueron tan poderosas que le dijo ; —¡ Felicidades mi princesa! Elvira y Angel no se lo podían creer, tenía que ser una broma, ¡ era imposible que pudiera hablar!  ¡ Se había curado! Solo habían pasado dos semanas y le diagnosticaron años.  

¡ No te pierdas el próximo capítulo !  Cap.12

“El Hechizo II” 

XANA, Elvira y Esther.