Había llegado uno de los momentos más emocionantes de mi vida, mis padres estaban ya en LA para ayudarme cómo habían hecho toda la vida. Sin su presencia nada sería posible para mí , sobre todo emocionalmente . Fundar un Festival de esta categoría solo se consigue con un gran equipo de por lo menos 10 personas de producción , pero por culpa de un sueño, de Enrrique Morente, de Diego el Cigala y de El Montoyita, me tiré a la piscina únicamente con Sofía y Paul.
La Misión de San Gabriel fue el teatro que elegí para representar Flamenco Dreams. El teatro era señorial, elegante, precioso y muy acogedor, rojo pasión y perfecto para representar flamenco, sobre todo llevando 10 músicos en directo la acústica era lo principal y mi padre como director de los estudios de grabación de Hispavox me dio el visto bueno . El hecho de ser una misión católica para mí ya era sinónimo de éxito. Si hubiese estado enfocado en recuperar la inversión con la taquilla, hubiese buscado un teatro en la misma ciudad de Los Angeles y no tener que desplazar al publico, aunque hay que reconocer que el flamenco igual que la fe, mueve montañas y la gente se desplaza no importa a donde con tal de disfrutar del flamenco directamente de España.
Los artistas llegaban todos en un vuelo directo desde Madrid y una Van les estaba esperando para llevarles al hotel, yo tenia que ir también para controlar que ningún artista se había quedado en tierra y así Paul y yo llevaríamos a mi Director musical y a el manager para hablar de el itinerario que les había preparado.
Cuando llegamos al Biltmore Hotel, todos los artistas se quedaron alucinando con el lujo de las habitaciones y las instalaciones . Ellos pidieron en el contrato hospedarse en un hotel de un mínimo de tres estrellas pero no se esperaban uno de 5 y enseguida empezaron a comentar qué Joaquin Cortes nunca les había llevado con tanta categoría y nada más verme entrar por la puerta me gritaron un OLE! Qué retumbaron las paredes y algunos de los clientes que estaban esperando el check in en recepción se unieron sin pensarlo a la fiesta y repitieron el OLE! Como si estuvieran en una corrida de toros. Por supuesto en ese momento todos los del hotel estarían invitados al show.
Paul quedó con los artistas en el lobby para darles las dietas para los 5 días que estarían en LA y les advirtió por orden mía que el contenido del mini bar no entraba en la habitación y que no se gastarán todo el dinero en un día porque ya no habría más. En el mundo del flamenco es muy habitual que pidan dinero a producción como si fuese un banco. Después les dijo que descansaran y qué mas tarde pasarían a recogerles para ir a cenar y a la fiesta de bienvenida que les habíamos preparado en la mansión de una modelo brasileña que estaba deseando conocerles. Solo mencionar la palabra mansión y modelo, fue suficiente para que todos empezaran a revolucionarse y cómo no, la fiesta ya había empezado para ellos.
La entrada de la mansión era de película , una cascada de 5 metros de agua de alta con luces de colores chocaban contra rocas inmensas en un lago que recorría todo el jardín bordeando la mansión para desembocar en una piscina olímpica rodeada de fauna salvaje.
La modelo junto con su madre , fueron recibiendo a cada uno de los músicos que muy educadamente aprovecharon la ocasión de ser españoles y dar dos besos, aunque algunos decidieron quedarse con la cultura francesa y dar 3, otros decidieron quedarse con la costumbre de Normandia de dar 4 y el mas espabilado con la Rusa en la que a veces se dan hasta 6 besos. Eso nos hizo sonreír a todos y el momento de relajarnos había llegado.
En LA el ron, whisky o vodka mezcladas con un refresco de coca cola o Fanta, lo que nosotros llamamos una copa, no es lo habitual. Por lo que la carta de los cocktails empezó a pasar de mano en mano por los músicos quién como si fueran niños pequeños eligiendo un helado volvían loco al bartender.
Al día siguiente teníamos ensayo general y no podíamos acostarnos muy tarde. Pero ya era imposible frenar la euforia provocada por los Cosmopolitan, Margaritas y Mojitos. Habían llegado muchos invitados y sobre todo muchas mujeres guapas y es cuando mi estado de alarma empezó a avisarme de que algo iba a pasar. El tabaco se había terminado y estábamos en una colina lejos de todo, pero ya se habían encargado algunos músicos de enviar a Paul sin mi permiso a comprar. Cuando me quise dar cuenta ya estaban cada uno de los músicos con su pareja contándoles no se qué historia ya que no hablaban inglés , pero como la música no tiene idiomas, ahí estaban organizando su juerga flamenca en un apartado del jardín y sin ninguna intención de marcharse y sus enamoradas tampoco. Pero mi alerta había acertado y ¡ faltaba un gánster! Paul no sabia nada, el pobre tuvo que recorrer cientos de kilómetros y todavía no había vuelto. Yo ya necesitaba descansar. Llevaba mucho tiempo sin dormir y para bailar el descanso es imprescindible. Pero también era imprescindible que el cantaor apareciese a tiempo para llevarle al hotel junto con el resto. Por fin llego Paul con el tabaco y la juerga siguió esta vez ya con todos los invitados que no dudaron en formar parte del avance en exclusiva de Flamenco Dreams.
Al llegar al hotel Paul esperaba encontrar al cantaor como mínimo durmiendo, pero no fue así. No quiso llamarme para no preocuparme y dejarme descansar, él sabia cómo estaba luchando por este sueño y el esfuerzo tan grande de tantos meses. Por lo Paul llamó a mi padre y entre los dos empezaron a recordar la ultima vez que le vieron en la mansión sin éxito . El tiempo pasaba y el cantaor seguía sin aparecer. No llevaba teléfono móvil por lo que lo único que quedaba era esperarle en el hotel.
A las tres horas apareció y el cantaor no pudo ni siquiera decir buenas noches, se había quedado totalmente afónico y sin voz y en unas horas tenia que cantar. Paul me conocía perfectamente y no iba a permitir que me llevase ese disgusto y no poder hacer en condiciones el ensayo general en el que tanto había trabajado y en el que estaría la prensa criticando y grabando. Por lo que afortunadamente un amigo suyo médico al que pudo localizar y que estaba de guardia les recibió en el hospital para inyectarle cortisona y que pudiese cantar. Ese tratamiento y de urgencias costaba más de 1500 dólares. Como era un sueño tenia que ser perfecto y no le cobró nada. Aunque lo suyo hubiese sido descontárselo al cantaor para que la próxima vez tuviese más cuidado y sobre todo más consideración con las personas que no pudieron descansar por su culpa.
La prueba de sonido salió de maravilla , con mi padre y el técnico de sonido Antonio Maldonado el éxito al mezclar la cuerda estaba asegurado y el gánster resurgió como el Ave Fenix y nadie se dio cuenta. A la hora de poner las luces, los músicos se seguían sorprendiendo conmigo como artista, porque cuando me di cuenta que solo me iluminaban a mí , pare el ensayo y pedí a Juanjo Beloqui que iluminara a los músicos, que quería verles y que el publico les viera también. Cuando me dijo — Perdona Esther, es que como Joaquin Cortes no les ilumina pensé que tú también lo querías así . Un periodista inmediatamente se interesó por el tema y me pidió una entrevista para hablar en un programa de TV sobre el afán de protagonismo en el mundo del espectáculo.
Cuando terminó el ensayo es cuando Paul me contó la odisea de la noche anterior y el propio gánster quien pidiéndome disculpas ,me explicó el porqué no pudo resistirse en escaparse en la limousine junto a la modelo africana que le esperaba y quien le prometió que solo estarían un rato dando una vuelta pero que no le dejaba marchase y que se quedo afónico al gritar desesperadamente en africano y a compás por bulerías; — ¡ Déjame marcharme que me tienes loco ! …