LA BAILARINA Y EL DIPLOMÁTICO – CAPITULO 2

Alex, como siempre, con su sonrisa de Hollywood nunca mejor dicho, metió mis tres maletones como pudo en el descapotable del año de la pera lleno de vasos de Starbucks, guiones tirados por el suelo de castings a los que se presenta cada día y un cierto olor a hierba que me encanto.

Pero de repente me dice : What a fuck! ¿Y estos tres bolsos de mano de Louis Vuitton ? Yo enseguida pensé , ¡madre mia! Si es que le he asustado con tanto equipaje que no hay sitio donde meterlo y lo peor es que no le he dicho todavía que solo tengo $100 para un año.

Pero realmente lo que le preocupaba a Álex era si los bolsos eran buenos o falsos.

El camino desde el aeropuerto a Hollywood Hills lo pase, además de agarrada a mis bolsos por si salían volando, con los ojos cerrados, entre que era de noche y que no tenía la misma ilusión de cuando viajaba en compañías de gira y el cansancio acumulado…

Esta vez viajaba por primera vez sola y tenía que respirar profundo y coger mucha fuerza para superar todo lo que había dejado en España y que todavía estaba muy caliente dentro de mi alma, donde los sentimientos buenos y malos luchaban en un círculo cerrado sin ángulos que pudiesen abrirse para respirar. Cuando de repente Álex me despierta gritando ; ¡Siento decirte que estas letras las vas a ver todos los fucking días desde tu habitación ! Y era la H de Hollywood que se metía casi en la piscina de la Mansión.

En la entrada había un billar enorme en todo el medio y era evidente que la decoración brillaba por su ausencia.

La cocina estaba a la izquierda donde destacaba una isla de encimera de mármol repleta de botellas de alcohol, vasos de plástico llenos de colillas, muchos donuts gigantes de todos los colores rellenos de Nata , trufa, crema, chocolate, y una nevera que Alex ya estaba saqueando para llevar provisiones seguramente a mi cuarto.

Pero mi sorpresa es cuando veo dos camas de 2 metros por dos cada una y Alex deja mis cosas encima de una y me pregunta cual es mi lado preferido para dormir. Totalmente alucinada, ya que lo último que quería era dormir con un hombre , me di cuenta que mi hermano me había prometido que tendría mi propia habitación con tal de que saliese cuanto antes del infierno en el que estaba metida. Aún así, le dije a Alex que se dejase de bromas y que me gustaría dormir en la otra cama, cuando de repente y sin hacerme caso, abrió de un tirón las puertas correderas que iban de un lado al otro de la inmensa habitación, me cogió delicadamente de la mano como si fuese a saludar al público después de una actuación y dijo en voz alta ;

Hey everybody! Os presento a mi hermana española, la Bailarina, que termina de llegar a LA para empezar una nueva vida ¡y conquistar nuestros corazones Jajaja !.

Jamás había visto tanto tío bueno junto bebiendo con las camisetas mojadas y de todas las edades por si la princesa quería elegir, dentro del jacuzzi más grande que la letra O de Hollywood Hills, que me miraba de frente diciéndome; Welcome to Hollywood!. Saque mi mejor inglés y con voz dulce y deprimida les dije a todos; Thank you so much! de verdad que no os podéis imaginar lo que significa esto para mi, jamás podría ni pensar en esta bienvenida tan bonita y con tanto cariño de parte de Alex y por supuesto de todos los que estáis aquí esta noche recibiéndome y seguramente sabiendo el motivo de mi viaje, pero llevo tres días viajando y me voy a acostar en un lado de una cama …

Alex no me dejo seguir con el discurso de la cama y ¡me tiro vestida al jacuzzi! Llevaba un traje de tirantes del algodón que usa Ralph Lauren tan fino y suave que en 2 segundos se me transparento todo, todos se quedaron mirándome, unos el pecho ya que la danza se encargaba de substituir al sujetador y otros el culo de negra como decía mi abuela que es imposible que pase desapercibido. Por lo que no tarde ni un minuto; en reaccionar, en coger mi copa de champagne, en elegir al yogurin con el que me sentaría a fumar un poco de Maria, y a brindar gritando; ¡Por mi nueva vida en Los Ángeles! ¡Que salga lo malo y que entre lo bueno!